Entre los pobre de nuestro país se consiguieron las siguientes estadísticas
Entre los alumnos de Primaria (8 a 12 años), el 71,8% asegura que conoce la marihuana; el 71,3%, la cocaína; el 55,5%, el hachís; el 32,7%, el tabaco; el 20,8%, el alcohol y el 9,3%, el éxtasis.
En Secundaria (12 a 17 años), la droga más conocida es la cocaína (84,9%), seguida de la marihuana (84,1%), el hachís (82,4%), la heroína (63,3%), el éxtasis (53,5%), el tabaco (43,7%), el alcohol (38,4%), el cristal (24,9%) y las pastillas (18,4%).
Otra de las conclusiones del estudio es que, a pesar de su elevado conocimiento, a los niños y adolescentes les gustaría tener más información sobre drogas (al 78,8% en Primaria y al 63,3% en Secundaria), sobre todo de los efectos que tienen “por si acaso consumen"
Adicciones.
La adicción es una enfermedad o más bien un síndrome constituido por un conjuntos de signos y síntomas característicos.
El origen de la adicción es multifactorial involucrándose factores biológicos, genéticos, psicológicos, y sociales.
Algunos de los síntomas más típicos de la adicción son:
1.- Sustancias psicotrópicas: Incluyendo el alcohol, nicotina y otras drogas.
2.- Juegos de azar.
3.- Comida o componentes comestibles tales como el azúcar o la grasa.
4.- Sexo o actividad sexual.
5.- Trabajo.
6.- Relaciones interpersonales; especialmente de parejas.
La adicción es una enfermedad bio-psico-social con síntomas bien identificables para la cual se han definido ciertos diagnósticos médicamente aceptados.
La adicción es una enfermedad o un desorden que responde positivamente al tratamiento adecuado. Al igual que otros desordenes de naturaleza crónica, existe una tendencia a la recaída, pero la recuperación es posible.
La negación que acompaña y forma parte de esta enfermedad hace que la intervención eficaz sea imprescindible para lograr la interrupción del proceso patológico.
El tratamiento consiste en una serie de intervenciones estructuradas dirigidas a lograr apoyar la recuperación de la persona hacia una mejor calidad de vida.
Existen varios niveles de tratamiento que están disponibles en la comunidad, a saber:
1.- Tratamiento ambulatorio: en el cual el paciente participa de manera simultanea mientras continua con su trabajo y su vida cotidiana sin aislamiento.
2.- Tratamiento hospitalario: en el que el paciente es aislado dentro de un ambiente hospitalario, para el manejo de la desintoxicación o para facilitar el despegue de la recuperación, evitándose las situaciones de susceptibilidad de manera temporal.
3.- Tratamiento residencial: que consiste en la participación mas o menos prolongada en un ambiente de comunidad terapéutica donde el paciente convive con otras personas en recuperación.
Es importante la evaluación individualizada de cada caso que permita decidir cual es la alternativa de tratamiento que mejor se adecua para las necesidades de la persona en tratamiento.
La evaluación, el diseño de planes y el tratamiento propiamente dicho debe ser supervisado por personal de salud entrenado, tal como en cualquier otro problema de salud.
La familia es afectada de manera contundente por los desordenes adictivos de sus miembros. La dinámica de las relaciones, la comunicación y la conducta de sus miembros cambian y se hacen disfuncionales como resultado del proceso adictivo. Estos cambios resultan pasan a formar parte de la dinámica de la adicción, produciendo una facilitación de la conducta adictiva.
A estos cambios se les denomina codependencia la cual se define como la práctica de patrones disfuncionales de relación de manera compulsiva a pesar del daño resultante.
La codependencia es un desorden aprendido en respuesta al proceso adictivo, pero puede trasmitirse de manera generacional si no es tratado adecuadamente.
El desarrollo de la adicción se facilita por factores sociales que modifican su aparición.
El consumismo y el culto por la imagen son algunos de las características de nuestra sociedad que influyen directamente en la predisposición a la adicción
La codependencia además tiene su asiento en conductas socialmente aprendidas que predisponen a un patrón de comportamiento adictivo.
La recuperación es el proceso mediante el cual la persona adicta interrumpe el deterioro progresivo que es típico de este desorden y comienza un restablecimiento constante de las áreas de vida afectadas.
Las metas necesarias en la recuperación son:
1.- La abstinencia.
2.- El desarrollo de estilos sanos de vida.
3.- El crecimiento espiritual
Para lograr estas metas es necesario que la persona en recuperación realice cambios en su forma de pensar, y de actuar, así como cambios en sus estilos y patrones de vida.
La recuperación va mas allá del tratamiento pues la persona en recuperación necesita mantener los cambios logrados de manera permanente, a lo largo de toda su vida.
El resultado de una recuperación satisfactoria es una persona con una calidad de vida en franca mejoría con estilos de vida mas sanos y con un nuevo sentido de su misión vital, así como una mejoría en su forma de relacionarse con los demás.
Drogadicción
Droga, sustancia con efectos sobre el sistema nervioso central (psicotropa) que crea adicción, taquifilaxia y cuadros de abstinencia (véase Toxicomanía).
El término ha perdido sus antiguos significados de sustancia química (droguería), de fármaco (sustancia química con actividad terapéutica) y de psicotropo (sustancia con actividad farmacológica en el sistema nervioso central).
Los efectos psicotropos de las drogas son complejos y multiformes, variables según los estímulos ambientales. Pueden clasificarse en euforizantes y excitantes (cocaína, anfetaminas, alcohol en su primera fase, nicotina en su segunda fase), relajantes, sedantes y depresores (opiáceos —heroína, morfina—, benzodiacepinas —ansiolíticos, relajantes musculares e hipnóticos—, alcohol en su segunda fase, nicotina en su primera fase, barbitúricos, Cannabis —marihuana—, inhalantes), y alucinógenos (LSD, peyote, fenciclidina).
Adicción es la necesidad imperiosa de consumir droga regularmente (no ser capaz de moderar el consumo o suprimirlo). Viene determinada por fenómenos psíquicos y físicos.
Taquifilaxia es la necesidad de consumir dosis cada vez mayores para conseguir los mismos efectos. La presentan muchos fármacos porque el organismo potencia sus mecanismos de degradación de la sustancia, pero a las drogas se añade un fenómeno de `tolerancia' psicológica.
Los cuadros de abstinencia siempre son psicológicos y, en el caso de algunas drogas, son además síndromes físicos que pueden resultar mortales (véase Alcoholismo). Pueden controlarse con medidas terapéuticas sintomáticas o substitutivas (sustancias menos nocivas, de efectos parecidos, que se retiran progresivamente).
Adicciones.
La adicción es una enfermedad o más bien un síndrome constituido por un conjuntos de signos y síntomas característicos.
El origen de la adicción es multifactorial involucrándose factores biológicos, genéticos, psicológicos, y sociales.
Algunos de los síntomas más típicos de la adicción son:
- Daño o deterioro progresivo de la calidad de vida de la persona debido a las consecuencias negativas de la práctica de la conducta adictiva.
- Pérdida de control caracterizada por una práctica compulsiva de la conducta adictiva, lo cual lleva al deterioro de la calidad de vida.
- Negación o autoengaño que se presenta como una dificultad para percibir la relación entre la conducta adictiva y el deterioro personal.
- Uso a pesar de daño, lo cual se manifiesta como la practica continuada de la conducta adictiva, a pesar del daño personal y familiar involucrado como consecuencia.
1.- Sustancias psicotrópicas: Incluyendo el alcohol, nicotina y otras drogas.
2.- Juegos de azar.
3.- Comida o componentes comestibles tales como el azúcar o la grasa.
4.- Sexo o actividad sexual.
5.- Trabajo.
6.- Relaciones interpersonales; especialmente de parejas.
La adicción es una enfermedad bio-psico-social con síntomas bien identificables para la cual se han definido ciertos diagnósticos médicamente aceptados.
La adicción es una enfermedad o un desorden que responde positivamente al tratamiento adecuado. Al igual que otros desordenes de naturaleza crónica, existe una tendencia a la recaída, pero la recuperación es posible.
La negación que acompaña y forma parte de esta enfermedad hace que la intervención eficaz sea imprescindible para lograr la interrupción del proceso patológico.
El tratamiento consiste en una serie de intervenciones estructuradas dirigidas a lograr apoyar la recuperación de la persona hacia una mejor calidad de vida.
Existen varios niveles de tratamiento que están disponibles en la comunidad, a saber:
1.- Tratamiento ambulatorio: en el cual el paciente participa de manera simultanea mientras continua con su trabajo y su vida cotidiana sin aislamiento.
2.- Tratamiento hospitalario: en el que el paciente es aislado dentro de un ambiente hospitalario, para el manejo de la desintoxicación o para facilitar el despegue de la recuperación, evitándose las situaciones de susceptibilidad de manera temporal.
3.- Tratamiento residencial: que consiste en la participación mas o menos prolongada en un ambiente de comunidad terapéutica donde el paciente convive con otras personas en recuperación.
Es importante la evaluación individualizada de cada caso que permita decidir cual es la alternativa de tratamiento que mejor se adecua para las necesidades de la persona en tratamiento.
La evaluación, el diseño de planes y el tratamiento propiamente dicho debe ser supervisado por personal de salud entrenado, tal como en cualquier otro problema de salud.
La familia es afectada de manera contundente por los desordenes adictivos de sus miembros. La dinámica de las relaciones, la comunicación y la conducta de sus miembros cambian y se hacen disfuncionales como resultado del proceso adictivo. Estos cambios resultan pasan a formar parte de la dinámica de la adicción, produciendo una facilitación de la conducta adictiva.
A estos cambios se les denomina codependencia la cual se define como la práctica de patrones disfuncionales de relación de manera compulsiva a pesar del daño resultante.
La codependencia es un desorden aprendido en respuesta al proceso adictivo, pero puede trasmitirse de manera generacional si no es tratado adecuadamente.
El desarrollo de la adicción se facilita por factores sociales que modifican su aparición.
El consumismo y el culto por la imagen son algunos de las características de nuestra sociedad que influyen directamente en la predisposición a la adicción
La codependencia además tiene su asiento en conductas socialmente aprendidas que predisponen a un patrón de comportamiento adictivo.
La recuperación es el proceso mediante el cual la persona adicta interrumpe el deterioro progresivo que es típico de este desorden y comienza un restablecimiento constante de las áreas de vida afectadas.
Las metas necesarias en la recuperación son:
1.- La abstinencia.
2.- El desarrollo de estilos sanos de vida.
3.- El crecimiento espiritual
Para lograr estas metas es necesario que la persona en recuperación realice cambios en su forma de pensar, y de actuar, así como cambios en sus estilos y patrones de vida.
La recuperación va mas allá del tratamiento pues la persona en recuperación necesita mantener los cambios logrados de manera permanente, a lo largo de toda su vida.
El resultado de una recuperación satisfactoria es una persona con una calidad de vida en franca mejoría con estilos de vida mas sanos y con un nuevo sentido de su misión vital, así como una mejoría en su forma de relacionarse con los demás.
Drogadicción
Droga, sustancia con efectos sobre el sistema nervioso central (psicotropa) que crea adicción, taquifilaxia y cuadros de abstinencia (véase Toxicomanía).
El término ha perdido sus antiguos significados de sustancia química (droguería), de fármaco (sustancia química con actividad terapéutica) y de psicotropo (sustancia con actividad farmacológica en el sistema nervioso central).
Los efectos psicotropos de las drogas son complejos y multiformes, variables según los estímulos ambientales. Pueden clasificarse en euforizantes y excitantes (cocaína, anfetaminas, alcohol en su primera fase, nicotina en su segunda fase), relajantes, sedantes y depresores (opiáceos —heroína, morfina—, benzodiacepinas —ansiolíticos, relajantes musculares e hipnóticos—, alcohol en su segunda fase, nicotina en su primera fase, barbitúricos, Cannabis —marihuana—, inhalantes), y alucinógenos (LSD, peyote, fenciclidina).
Adicción es la necesidad imperiosa de consumir droga regularmente (no ser capaz de moderar el consumo o suprimirlo). Viene determinada por fenómenos psíquicos y físicos.
Taquifilaxia es la necesidad de consumir dosis cada vez mayores para conseguir los mismos efectos. La presentan muchos fármacos porque el organismo potencia sus mecanismos de degradación de la sustancia, pero a las drogas se añade un fenómeno de `tolerancia' psicológica.
Los cuadros de abstinencia siempre son psicológicos y, en el caso de algunas drogas, son además síndromes físicos que pueden resultar mortales (véase Alcoholismo). Pueden controlarse con medidas terapéuticas sintomáticas o substitutivas (sustancias menos nocivas, de efectos parecidos, que se retiran progresivamente).
Páginas de su interes que tratan el tema: http://www.youtube.com/watch?v=Lf2YvGeog-4
http://es.wikipedia.org/wiki/Droga
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/drugsandyoungpeople.html